jueves, 11 de diciembre de 2008

LECCIÓN 3. Decir con palabras lo que ves

Cuando estás delante de una obra de arte hay una forma infalible para poder entenderla.
Decir lo que ves en voz alta (hablar con el pensamiento no es lo mismo).
Les comentaba en la lección 2 que cuando recibimos una explicación en un museo, es frecuente que nos hablen de cosas que no están en la obra (quién es el artista... qué obras se pasaban en ese momento...), con lo que no nos acaba de quedar claro el contenido de la obra en cuestión.

Pero si decimos qué vemos, y para eso la palabra hablada es lo mejor, no hay posibilidad de engaño.
Les pongo un ejemplo claro.
Hace cosa de un año empecé a buscar la manera de explicar el arte para impartir un curso.
En ese momento estaba realizando esta obra que no tiene un significado, pero sí habla de cosas.

Elijo esta foto precisamente por eso, porque no tiene un significado. Todo lo que contiene se basa en la percepción, en lo que se ve.

Y pregunto, ¿qué es lo que ven?.
En la medida en que sean precisos con sus palabras, entenderán mejor la obra.
Y con "decir lo que ven" no me refiero a una frase concisa que clarifique la obra en conjunto. Me refiero a que vayan atando cabos a medida que vayan encontando cosas (matices, relaciones entre elementos,...).
Las obras de arte no deberían existir para ventilárselas de un plumazo sino para ir descubriéndolas poco a poco. Deberían descubrir cosas nuevas durante mucho tiempo, a base de verlas muchas veces.
Espero que encuentren cosas interesantes en el ejemplo que les he puesto.
¿Alguna duda?

viernes, 5 de diciembre de 2008

POR QUÉ LAS MENINAS ES EL CUADRO MÁS REVOLUCIONARIO DE LA HISTORIA DE LA PINTURA (1)

Las Meninas. Diego de Velázquez (1656). Museo del Prado

Siempre se ha hablado de las Meninas de Velázquez como una obra maestra de la pintura universal pero nunca he conseguido que nadie me explicara porqué. He tenido que descubrirlo solo mirándolo una y otra vez.
Mucho se ha escrito sobre lo que aparece en la escena: sobre los personajes(quienes son y qué están haciendo) , sobre el espacio, la pincelada, la luz, sobre las miradas, … pero “muy poco se ha dicho sobre el cuadro” para explicar porqué es la gran obra maestra de la pintura de todos los tiempos.
En las siguientes entradas de este blog les explicaré, con argumentos que ustedes podrán comprobar mirando el cuadro, qué es lo que hace a Las Meninas de Velázquez el cuadro más complejo, completo y sofisticado de toda la historia de la pintura.

Y siguiendo el método del que ya he hablado en este mismo blog, empecemos por el principio.

¿Qué es lo que se ve en el cuadro?


LOS PERSONAJES

Se ven personajes de los que, la mayoría, miran a quien está delante del cuadro. Los que no miran están entretenidos con cosas que no parecen demasiado importantes.

¿Hasta aquí están de acuerdo?

Vemos a Velázquez, que está delante de un gran lienzo, mirando hacia nosotros pero está enfrascado en su pintura.
A su lado, unas personas. Están todos pendientes de la niña que está en el centro, que mira hacia nosotros mientras se muestra entretenida por lo que le rodea.
Los que miran, nos mantienen la mirada, pero no parece que pase gran cosa. Sólo un niño está pendiente de otra cosa, un perro (es un niño...).
Detrás del primer grupo, dos personas tienen una conversación sin perder detalle de lo que pasa más allá del cuadro.
Al fondo, un personaje echa una mirada atrás desde el umbral de la puerta. Está saliendo de la habitación.

Y la clave del cuadro. Al fondo, un espejo refleja la figura de dos personas.
Fíjense la casualidad (!) que el punto de vista desde que vemos la escena, coincide con el de ellos dos (el rey Felipe IV y Mariana de Austria).

¿Qué es lo que ha hecho Velázquez?
Por primera vez en la historia, se ha planteado un cuadro como una “máquina para mirar”.
Les pongo un ejemplo. Piensen en algo como la realidad virtual.
La realidad virtual se basa en que recibamos estímulos y éstos nos confundan para que la ficción que parezca igual que la realidad.

Velázquez ha pintado un cuadro visto desde dentro de la cabeza de Felipe IV. Desde su cerebro, a través de sus ojos.
Cada vez que el rey veía ese cuadro se trasladaba, seguramente, a los momentos en los que su pintor de corte le pintaba un retrato.
Supongo que, a menudo, su hija entraba a ver cómo era todo y llegaba con toda su corte de sirvientes (que parecían aburrirse bastante y entender bastante poco de lo que significa que el gran Velázquez te retratase).
Esta es la mayor vuelta de tuerca de la historia de la pintura. Es un cuadro que, más que nunca, cobraba sentido cuando el rey se situaba delante para mirarlo(y Velázquez se lo ponía muy fácil para decirle dónde tenía que ponerse).

(En la próxima entrada: el cambio radical que supone una imagen como ésta)

CONTINUARÁ

(Y si quieren, comenten, pregunten, cuestionen,… estaré encantado de responder)